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Por el boom del consumo, el “made in Argentina” se pone un disfraz asiático

La Argentina, beneficiada por los altos precios de la soja y el debilitamiento del dólar a nivel global, no tiene mayores problemas para sostener la máquina del consumo a todo vapor y así garantizarse una buena tasa de expansión de la economía para 2010.

Si bien meses atrás analistas alertaban que el nivel de gasto de los consumidores argentinos iba a verse golpeado por el factor inflacionario, e incluso alertaban por posibles contracciones, lo cierto es que todavía esta variable goza de buena salud.

Desde Econviews destacaron que “a pesar de la suba de precios, el consumo sigue y seguirá impulsado por el mantenimiento de políticas fuertemente expansivas, apoyadas en aumentos salariales y políticas sociales que promueven el crecimiento de los ingresos de vastos sectores de la población, especialmente valuados en dólares, ante aumentos muy superiores a la tasa de devaluación”.

“El actual escenario de dólar estable y políticas de ingreso muy expansivas se mantendrá durante los próximos 12 meses, con lo cual el consumo se mantendrá dinámico hasta las elecciones presidenciales, al margen de la natural moderación de las ventas financiadas luego del boom de los últimos meses”, agregaron desde la consultora.

En este contexto, las grandes “vedettes” que motorizan y motorizarán esta expansión del consumo en la Argentina, además de los autos, son los productos electrónicos.

En efecto: en el último año, las ventas de LCD, notebooks, netbooks y celulares, entre otros bienes, vienen registrando un crecimiento explosivo del 42% en centros de compras y del 60% en supermercados, generándose así un multimillonario negocio en el que ningún jugador quiere quedarse afuera.

En busca del “made in Argentina”
Un dato a destacar es que la mayoría de los productos electrónicos que se venden en el mercado doméstico llevan con orgullo una etiqueta que indica “Fabricado en la Argentina“.

Esta supuesta cualidad de “producto nacional” es una consecuencia del llamado “impuestazo electrónico“, el régimen impositivo que entró en vigencia a fines del año pasado y que consiste en medidas de aliento a los artículos que se producen de Tierra del Fuego y un castigo -con mayores impuestos y aranceles- a los bienes que llegan terminados al país, principalmente desde China, Corea o Taiwán.

Según datos oficiales, en el caso de los celulares, este año cuatro empresas realizaron desembolsos en el polo industrial de Tierra del Fuego para acaparar el mercado: Brighstar (que produce para Samsung, LG y Motorota), Tecnosur-Garbarino (Samsung), Newsan (Alcatel) y grupo Mirgor(Nokia).

De la mano de inversiones en los últimos meses por $19 millones, estas compañías cerrarán 2010 con la fabricación de 6 millones de celulares, lo que implica el abastecimiento del 60% de la demanda anual nacional.

Actualmente, la Argentina trae desde el exterior productos electrónicos por un total de 6 mil millones de dólares y el objetivo oficial, con este apoyo impositivo a las empresas del sur del país, era ahorrar cientos de millones de dólares por sustitución de importaciones.

Sin embargo, analizando las estadísticas correspondientes a los primeros nueve meses del año, se observa que, desde que se implementó el nuevo régimen de promoción para Tierra del Fuego, las compras de insumos y componentes registraron tasas de crecimiento astronómicas.

Según un relevamiento realizado por Abeceb.com para iProfesional.com, el ingreso al país de celulares terminados se amesetó: entre enero y septiembre alcanzaron los u$s1.000 millones, por debajo del año récord (2008).

Sin embargo, con las ventajas para ensamblarlos en Tierra del Fuego, las compras de partes y piezas en Asia (pantallas, memorias, carcasas, etc.) treparon hasta los u$s594 millones, lo que implicó un salto de casi 500% en relación a los niveles de un año atrás.

En el caso de los LCD, el fenómeno combinado del Mundial y de las 50 cuotas sin interés, generó que las importaciones se dispararan en ambos frentes: en el caso de las unidades terminadas, listas para exhibir en las góndolas, hubo un crecimiento del 300%, mientras que el ingreso de componentes registró un alza del 330%.

Sumando sólo estos dos productos, la Argentina realizó importaciones por un total de u$s2.700 millones en lo que va del año. Vale decir, unos u$s1.500 millones por encima que en el mismo período del año pasado.

De este modo, las compañías instaladas en Tierra del Fuego, están lejos de sustituir la llegada de productos del exterior.

Por el contrario: las están alentando. Esto se debe, en gran medida, al bajo contenido de insumos nacionales que están obligadas a incorporar, fenómeno del que diera cuenta iProfesional.com. (Ver nota: La verdad que se esconde detrás de LCD, notebooks y celulares con sello argentino)

En este contexto, Guillermo Beyrne, analista de Abeceb.com, explicó que “cuando se analiza el total de ventas de la isla hacia el continente de productos terminados, se observa que más de la mitad de ese valor es equivalente a las importaciones de componentes, de las cuales, el 50% proviene de China, mientras que el resto se reparte entre Corea y Taiwán”.

Según el experto, esto se debe “a que la mayor parte del valor de un bien que sale de la isla está dado por las partes y piezas provenientes del exterior, dado que no es una producción industrial nacional genuina“.

En efecto, tal como consignara este medio, el marco normativo que permite operar a estas empresas no tiene un nivel de exigencia en lo que se refiere a insumos nacionales que las obligue a desarrollar proveedores locales.

Por el contrario, en el caso de computadoras portátiles, el marco actual les permite importar prácticamente el 90% de los componentes de mayor valor agregado, mientras que el contenido argentino casi se limita al packaging.

Exigen más contenido local
En este contexto, según pudo constatar este medio, las empresas vinculadas a la Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas (Cadieel), presentaron un reclamo ante la Secretaría de Industria para que el Gobierno exija a las compañías radicadas en Tierra del Fuego un mínimo contenido local.

“El tema está en estudio”, explicaron desde la entidad empresaria, conformada por más de 300 firmas que exportan a 60 países.

“En el caso de los celulares, notebooks y netbooks, estamos en condiciones de abastecer a la isla con cables, cargadores y fuentes. De hecho, tenemos fabricantes genuinos que venden en el mercado de reposición y que cumplen con todos los estándares de calidad”, destacaron, para luego recalcar que “no compartimos que estos insumos básicos tengan que traerse desde Asia cuando en la Argentina tenemos la tecnología como para hacerlos”.

Incluso, sostuvieron que “tenemos socios que fabrican parlantes para autos, de modo que están en condiciones de producir unidades para computadoras, equipos de audio y televisores”.

En este sentido, aseguraron que “estas empresas dependen en un 90% de la industria automotriz” y que, por lo tanto, “sería importante favorecer una diversificación de su cartera para que no estén atadas únicamente a la suerte de una rama de actividad”.

En el campo de la informática Cadieel está siguiendo de cerca el programa Conectar Igualdad, que consiste en la entrega de 3 millones de computadoras portátiles durante tres años a estudiantes y docentes de los colegios secundarios.

Desde el Gobierno indicaron que un tercio de las unidades serán adquiridas a fabricantes de Tierra del Fuego, otro tercio a las compañías radicadas en otras provincias y el cupo restante será para equipos importados por empresas que den empleo en el país.

Voceros de Cadieel aseguraron que “tenemos compañías que reúnen todas las condiciones para proveer insumos para estos equipos”.

En concreto, adelantaron que “estamos proponiendo un plan al Gobierno para hacernos cargo de las inversiones para reciclar las 3 millones de baterías que quedarán inutilizadas con el paso del tiempo. A cambio, la idea es que nos compren baterías nuevas para instalar en estos equipos”.

En este contexto, desde la cámara adelantaron que “la iniciativa de lograr mayor contenido local no es un tema simple” y que, más allá de las exigencias por parte del Gobierno, también hay una cuenta pendiente por resolver y son las diferencias de costos entre las empresas nacionales y las asiáticas.

Según confiaron a este medio, “antes que nada hay un tema de precios y de aranceles que nos hace difícil competir con los bajos costos de los insumos que llegan desde China para ser ensamblados”.

El directivo aseguró que “está claro que tenemos que lograr niveles de precios razonables y esto sólo se obtiene a través de un subsidio del Estado o mediante escala de producción. Las diferencias no son muy grandes, es factible llegar a equiparar los valores a los que llegan los componentes desde Asia, pero para eso se necesitan inversiones y un panorama de mayor certidumbre para nosotros”.

Más allá de esta pelea desatada por las empresas del sector de la electrónica, en la Argentina hay varias ramas de actividad que también están exigiendo cambios en Tierra del Fuego.

Tal como diera cuenta iProfesional.com, en los últimos meses, los fabricantes de lavarropas y hasta de productos textiles salieron a pedirle al Gobierno que modifique las condiciones bajo las que producen las compañías radicadas en el sur del país, dado que, en muchos casos, las consideran una lisa y llana competencia desleal. (Ver nota: Insólito: la industria nacional ahora se alza en contra del “made in Tierra del Fuego“).

http://comex.iprofesional.com/notas/106737-Por-el-boom-del-consumo-el-made-in-Argentina-se-pone-un-disfraz-asiatico




















































































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